Niñito de mi vida, eres desconocido.
Yo no se de tu oficio,
pero veo tu cara sucia
y en tu vida sacrificio.
Niñito desconocido,
no siento pena por ti.
Siento grande la ternura
y la convierto en caricia,
quiero dejarte sonrisas.
Niñito de mi vida, de rostro lindo y perfecto.
Creación de gran Arquitecto.
Niñito de mi vida, tienes integridad.
Pues en tus ojos aprecio tu humanidad.
Niñito de mi vida me has mostrado el amor.
Ante tanta penuria jamás demuestras rencor.
Niñito de mi vida he de seguir tu ejemplo.
Y tu rostro en mi corazón envuelvo.
Quien diría que el rostro,
de un niño que no conozco,
traería tal paz a mi vida, con deseos de convidarla.
Niñito mío desconocido.
Niñito mío tan querido.
No pierdas nunca la fe, que hasta ahora has mantenido.
Sin esa linda mirada, estaríamos tan perdidos
Deja que de tu corazón nos contagiemos el espíritu.
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